Veo orgasmos colectivos en el
mundo culé… Y con razón. Es tan interminable la sinfonía azulgrana, que a veces
pienso que se va a hacer realidad un imposible: el Barça lleva camino de
cargarse el sempiterno “cinicientismo” del aficionado estándar, de lo cual me
alegraría sinceramente. Pero una cosa es ahuyentar los temblores infundados, y
otra ir de “sobrao” como si
estuviera ya vendido todo el pescao esta temporada. De eso nada monada.
Para empezar, es tal la base
institucional que sustenta al Real Madrid, que quien se crea que lo van a dejar
caer, está en Babia. Los hilos del Capo llegan a todas partes. Y si no, ahí
están esos Balones de Oro trincados indecentemente para el Nene de Madeira. En
el de hace un par de años ChiquiliBlatter le dio a una repesca de medio pelo la
categoría de una Champions. Fue la única manera de mantener al Real “en el
candelabro”. Y no hablemos de las puñaladas al Rayo Vallecano el otro día
cuando estaba en plena clase de bachata en el Bernabéu. Dejar hundirse al
Madrid es anticonstitucional, y eso no se arregla en dos décadas.
Algunos deben ganar a los líderes de las mejores Ligas para triunfar |
Para seguir, una cosa es que los
blancos no puedan aspirar a jugar como el Barcelona ni en sueños, y otra
pretender obviar que sus jugadores, empleándose a tope, van a ganar el 90% de
los partidos por inercia. Eso en Liga significa que, salvo cisma total que no
descarto en la Casa Blanca, a poquito que el Barça afloje o le trinquen algún
punto, sentirá el aliento merengue. Y en la Champions irán a por todas. No
olvidemos que es un torneo de Copa, lo cual involucra a la suerte como condimento
del guiso, y en eso no hay quien pueda con el club merengue. ¿O acaso alguien se creía que les iba a
tocar un hueso duro en octavos? Ni de coña… Lo habitual es que no se enfrenten
a nadie relevante hasta semifinales. Y supongo que las apuestas lo reflejan en cada sorteo, pues nadie quiere regalar pasta cuando no hay manera humana de cambiar esta dinámica.