No tengo idea de lo que pasará en
los partidos de vuelta de la Champions, pero sí que puedo certificar que esa
parte de la tribu merengue del fin de ciclo, que tiene “gilihechiceros” como
Roncero, Siro, Juanma Rodríguez… etc., se encuentra en la misma tesitura que el
Gran Jefe del chiste… Y hay que descubrirse ante tal alarde de priapismo
mental, porque el Real Madrid es el único equipo grande de Europa que ostenta
el espectacular record de no haber hecho ni un solo partido brillante en campo europeo
alguno en los últimos 50 años…. Por no hablar de su trayectoria en Alemania, que podría firmarla
el Vaticano F.C. o el Sporting de Vaduz (Liechtenstein) ¡Y siguen empalmaos hasta tal punto que están
convencidísimos de que su Real Madrid es mejor equipo que el Dortmund!...
Total, sólo les ha bailao 270 minutos en tres partidos… Tremendo. No se sienten
concernidos por haber sobrevivido al Manchester vía atraco arbitral. Ni por haber
estado a merced de un Galatasaray que, sufriendo tres o cuatro navajazos
arbitrales a traición, les generó no menos de 10 ocasiones de gol claras,
incluidos 3 penaltis al limbo.
Y mira que llevan años con todo
de cara… Sorteos, árbitros, comités, potra,… Pues ni por esas. Aparte de ese
juego impersonal e inane de cualquier equipo que entrene ese zote que es
Mourinho, resulta que por mucho músculo que proponga, necesita casi siempre que el
portero haga varias de las paradas de su vida para no encajar un mínimo de 4 o
5 goles por partido. Es el peaje de tener un mediocampo vulgar, y un
entrenador que prefiere hacer correr a Ozil como un perro para robar balones,
antes que plantearse que el balón se parió esférico para hacerlo rodar por el
pasto con el mayor arte posible. Pero eso no puede hacerlo Mou, se lo prohíbe el
doctor. De ahí tanto vídeo repe en el
que el protagonista de la peli es el referé, y la actriz principal es la chorra.
El miércoles salieron al campo
con el subidón de ver que el Barça había sido superado en 90 minutos por primera
vez en muchos años. Y demostraron que, ni con todo a huevos, consiguen siquiera
avanzar un palmo en esa distancia abismal que los separa de los blaugrana. Y ya
pueden probar a poner cataplasmas mentales equiparando su debacle a la del Barcelona
en Múnich, que no van a conseguir que la hinchazón baje, porque la cosa no
cuela más que ante lerdos y cándidos. Ese baño sufrido en Dortmund no se seca
usando al Barça como toalla. Han sido dos derrotas exageradamente diferentes, y
explicaré por qué: