Hace mucho que vengo anunciando que Mou se está buscando la salida del Real Madrid. Es decir, no estoy escribiendo este artículo influenciado por esas declaraciones de “lametraserillos” hacia la Premier League que ha hecho el portugués, competición que ensució con su chulería y mala educación habitual atacando a Ferguson, Wenger…e incluso al Cristiano del Manchester.
Abramovich se enamoró del luso tras hacer éste campeón de Europa al Oporto, sin importarle que la cosa hubiera sido un mix entre atracos arbitrales, suerte, y una empanada brutal de los grandes de Europa. Y le trató como si fuera su “Pretty Woman” particular, regalándole todo el dinero del mundo en fichajes para llevar al Chelsea hacia la cima de Europa. Era tanta la pasta que gastó, que por lógica Mou configuró un equipo muy “sólido”, ese adjetivo que puede aplicarse igual a un ladrillo, que al sinónimo: un equipo que se basa en el músculo y gana mucho…aburriendo a las ovejas. Pero claro, la solidez vale solo para andar por casa, y más cuando el hogar carece de exquisiteces locales desde que se jubiló Bobby Charlton. Pero el capo ruso exigía “La Orejona” tras dejarle a Mou su tarjeta “Platinum” sin límite de crédito. Y consideró inaceptable el fracaso de Mou por no llevar al Chelsea siquiera a la Final de la Champions…¡Puerta!...y ahí que se nos va Chiquito de Setúbal para Italia.